La principal responsabilidad de la Procuraduría es vigilar el actuar de los servidores públicos y advertir cualquier hecho que pueda ser violatorio de la ley. En cuanto sujeto procesal, interviene ante las jurisdicciones contencioso administrativa, constitucional y ante las diferentes instancias de las jurisdicciones penal, penal militar, civil, ambiental y agraria, de familia, laboral, ante el Consejo Superior de la Judicatura y las autoridades administrativas y de policía. Su facultad de intervención es imperativa y se desarrolla de forma selectiva cuando el Procurador General de la Nación lo considere necesario.